La recién aprobada Ley de la Ciencia busca cubrir las carencias relativas a la carrera y desarrollo profesional del personal investigador, actualizando la normativa reguladora de la transferencia de conocimiento y de resultados de la actividad investigadora, así como mejorar los mecanismos de gobernanza del Sistema y la coordinación y colaboración entre agentes tanto públicos como privados.
Entre otras medidas, con el objetivo de reforzar la I+D+I, se establece una nueva modalidad de contrato indefinido para todo tipo de personal de investigación de las líneas definidas. Igualmente, se establece un nuevo itinerario posdoctoral que reduce la edad de entrada al sistema y facilita la incorporación estable al mismo. Se garantizan derechos laborales a los jóvenes investigadores con una indemnización por finalización de los contratos predoctorales y postdoctorales.
Por otro lado, la reforma pone en marcha una serie de medidas para estimular la atracción de talento a España, así como la movilidad del personal de investigación y la contratación de personal extranjero, además de una redefinición del contrato de investigador distinguido con el objetivo de traer prestigio.
La reducción de la carga administrativa y el fomento de la transferencia de contenido juegan un papel fundamental en esta reforma, con la introducción de subvenciones públicas con mayor facilitación. Mecanismos como el reconocimiento del sexenio de transferencia para incentivar el traslado directo del conocimiento y la innovación generados en el sector público a las empresas y a la sociedad, así como el desarrollo de la compra pública de innovación y el permiso a las administraciones públicas de invertir en sociedades mercantiles.
Uno de los puntos que más ha llamado la atención es la creación de la Agencia Espacial Española, complemento a la Seguridad Nacional, con el objetivo de coordinar de forma más eficiente los organismos nacionales del ámbito espacial e internacional.
Por último, se busca resolver las principales desigualdades de género en el ámbito de la I+D+I, disponiendo y evaluando anualmente un plan de igualdad de género, con protocolos frente al acoso sexual y por discriminación por razón de género u orientación sexual. Además, se prevé la creación de un distintivo para aquellos centros de excelencia en este ámbito.
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